Métodos para evaluar la resiliencia en niños, niñas, jóvenes y adultos: herramientas para la investigación en Educación y Resiliencia

Methods to assess resilience in children, youth, and adults: tools for research in Education and Resilience

Recepción del artículo: 23-08-2022   |   Aceptación del artículo: 03-01-2023

 

Eugenio Saavedra GuajardoIcono

Descripción generada automáticamente

Universidad Católica Del Maule, (Chile)

eugeniosaavedra@hotmail.com

Ana Castro RíosIcono

Descripción generada automáticamente

Universidad Católica Del Maule, (Chile)

anacastrorios@gmail.com

 

Para referenciar este artículo:

 

Saavedra-Guajardo, E. y Castro-Ríos, A. (2023). Métodos para evaluar la resiliencia en niños, niñas, jóvenes y adultos: herramientas para la investigación en Educación y Resiliencia. Revista ConCiencia EPG, 8(Especial), 77-90. https://doi.org/10.32654/ConCiencia/eds.especial-5

 

 

Autor corresponsal: Eugenio Saavedra Guajardo: eugeniosaavedra@hotmail.com

 

 

 

 

 

Resumen

E

l presente trabajo, aborda diferentes formas de medir y evaluar la conducta resiliente, a través de métodos cuantitativos y cualitativos, los cuales pueden ser aplicados antes, durante y/o después de una intervención en esta área, con la finalidad de dimensionar rigurosamente los resultados encontrados en este tipo de trabajos. Inicia el texto con algunas precisiones conceptuales en torno a la definición de resiliencia. Posteriormente se describen la Escala de Resiliencias para jóvenes y adultos entre 15 y 65 años (SV-RES), elaborada en el año 2008 (Saavedra y Villalta, 2008), del mismo modo se describe la Escala de Resiliencia para Escolares, ERE (Saavedra y Castro, 2009) para niños y niñas entre 9 y 14 años, cuya elaboración data de 2009, posteriormente se presenta la Metodología de Evaluación de Resiliencia para Familias,  RES-F (Saavedra y Castro, 2018), construida en el año 2015 y finalmente describimos la metodología de Evaluación de Resiliencia en la Infancia para niños y niñas entre 5 y 8 años (ERIN), cuya construcción se desarrolló en el año 2020 (Saavedra, Castro, Donoso y Rojas, 2020). Todos estos métodos han sido validados y. probados en poblaciones Latinoamericanas, lo que realza su valor y actualmente varios de ellos son utilizados en más de 12 países de América y España.


En último lugar se presentan algunos hallazgos encontrados en diferentes investigaciones realizadas por el autor y su equipo.

 

Palabras Clave: Resiliencia, evaluación, niños(as), jóvenes, adultos.

 

 

 

 

TAbstract

 

his paper addresses different ways of measuring and evaluating resilient behavior, through quantitative and qualitative methods, which can be applied before, during and/or after an intervention in this area, in order to rigorously measure the results found in this type of work. The text begins with some conceptual precisions about the definition of resilience. Subsequently, the Resilience Scale for young people and adults between 15 and 65 years of age (SV-RES), developed in 2008 (Saavedra and Villalta, 2008), is described, as well as the Resilience Scale for School Children (ERE - Saavedra and Castro, 2009) for boys and girls between 9 and 14 years of age, which was developed in 2009, later we present the Resilience Evaluation Methodology for Families (RES-F, Saavedra and Castro, 2018), built in 2015 and finally we describe the Evaluation of Resilience in Childhood methodology for children between 5 and 8 years old (ERIN), whose construction was developed in 2020 (Saavedra, Castro, Donoso and Rojas, 2020). All these methods have been validated and tested in Latin American populations, which enhances their value and several of them are currently used in more than 12 countries in America and Spain. Finally, some findings found in different investigations carried out by the author and his team are presented.

 

Key Words: Resilience, assessment, children, youth, adults.

 

 

 

 

Introducción: ¿Qué es resiliencia?

E

xisten diversas definiciones de lo que se entiende por resiliencia en los seres humanos, que destacan alguna característica de dicho fenómeno y que resultan complementarias.

 

Según Manceaux (2003) podríamos mencionar aquellas que hablan de una capacidad, otras que es una característica individual, grupal e incluso comunitaria o que se trata de un proceso dinámico y aquellas que enfatizan la posibilidad de enfrentar y ser transformado positivamente por una experiencia negativa. Así podemos destacar:

 

-          La resiliencia es una capacidad que permite a la persona, familia, grupo o comunidad, disminuir o superar los efectos nocivos de la adversidad.

-          La resiliencia es un proceso, capacidad o resultado de una adaptación a pesar de las circunstancias de amenaza.

-          La conducta resiliente, significa crecer hacia algo nuevo, no sólo recuperarse. Significa proyectarse sin negar el pasado.

-          La resiliencia es una capacidad humana universal, para enfrentar, sobreponerse y ser fortalecido o transformado por experiencias de adversidad.

-          Es un proceso activo y dinámico que tiene como resultado la adaptación en contextos de gran adversidad

 

En este sentido hay que precisar que la resiliencia debe ser entendida no sólo como adaptación a una situación de adversidad, sino también como desarrollo a partir de ese obstáculo (Saavedra & Alvarez, 2014; Saavedra & Castro, 2019).

 

Del mismo modo la resiliencia no es un estado permanente, hay fluctuaciones que responden al momento que se vive y que la conducta Resiliente puede aparecer en un contexto, pero en otro no estar presente.

 

También hay que subrayar que la resiliencia no es una condición permanente, y por tanto, más que “ser” resiliente uno “está” resiliente. En esta misma dirección, estar resiliente no significa una total invulnerabilidad y siempre habrá un límite en que nos sintamos vulnerables (Saavedra, 2011).

 

Evaluación de la Resiliencia: algunas reflexiones

 

Una vez consensuada esta definición de resiliencia, presentamos a continuación cuatro instrumentos para evaluar esta característica, en niños y niñas, jóvenes y adultos. Del mismo modo reflexionaremos en torno a las implicancias de evaluar resiliencia en las personas.

 

En este sentido, si seguimos una línea “constructivista “de análisis, diremos que el sujeto es el creador (constructor) de su realidad. Al decir esto afirmamos que habrá tantas realidades como sujetos hayan, ya que todos construiremos esa experiencia de realidad (Serrano & Pons, 2011).

 

La realidad objetiva por tanto queda cuestionada y basándose en las palabras de Humberto Maturana, es una objetividad entre paréntesis (Maturana, 2012).

 

Lo anterior hace que no podamos percibir la realidad del sujeto desde afuera y será el sujeto quien defina su realidad.

 

Entonces ¿podemos evaluar la resiliencia desde la mirada de observador privilegiado? ¿podemos definir desde afuera que es una adversidad o problema? En esta dirección, lo que es un problema para mí, no tiene que ser necesariamente una dificultad para otra persona (Saavedra et al 2015).

 

Por tanto, habrá que mirar con cautela las evaluaciones y preferir aquellos instrumentos que le sugieran a la persona llegar a una autopercepción de resiliencia.

 

Entender la evaluación de la resiliencia desde esta perspectiva nos conducirá a apoyarnos en dos modelos teóricos, para entender la construcción de la conducta resiliente. Dichos modelos son:

 

La perspectiva de Edith Grotberg que resalta tres niveles del yo y se pueden clasificar en 3 categorías: 1) aquellas que tienen que ver con el apoyo que la persona cree que puede recibir (yo tengo...) 2) aquellas que tienen que ver con las fortalezas intrapsíquicas y condiciones internas de la persona (yo soy..., yo estoy) y 3) aquellas que tienen que ver con las habilidades de la persona para relacionarse y resolver problemas (yo puedo...) (Kotliarenco et al. 1997).

 

Por su parte, el modelo propio (Saavedra 2011) que desarrolla partiendo  del estudio de casos establece que 1) la respuesta resiliente es una acción orientada a metas, respuesta sustentada o vinculada a 2) una visión abordable del problema; como conducta recurrente en 3) visión de sí mismo, caracterizada por elementos afectivos y cognitivos positivos o proactivos ante los problemas; los cuales tienen como condición histórico-estructural a 4) condiciones de base, es decir un sistema de creencias y vínculos sociales que impregnan la memoria de seguridad básica y que de modo recursivo interpreta la acción específica y los resultados.

 


 

Figura 1

Modelo de construcción de la conducta resiliente

Nota. Tomado de Saavedra (2011)



El esquema anterior da paso a una matriz de resiliencia, cuando se cruza con el modelo de Grotberg (yo soy/estoy, yo puedo, yo tengo) y se describen 12 dimensiones, que en su conjunto explicarían la conducta resiliente.

A continuación, se describe la matriz de resiliencia:


 

Figura 2

Matriz de resiliencia

Nota. Tomado de Saavedra & Castro (2009)

 


Definiciones operacionales de cada dimensión (Saavedra & Castro, 2009):

 

Identidad:  autodefinición básica, auto concepto relativamente estable en el tiempo, caracterización personal.

 

Autonomía- autoestima: sentimiento de competencia frente a los problemas, buena imagen de sí mismo, independencia al actuar. Control interno.

 

Satisfacción: percepción de logro, autovaloración, adaptación efectiva a las condiciones ambientales, percepción de desarrollo.

Pragmatismo: sentido práctico para evaluar y enfrentar los problemas, orientación hacia la acción.

 

Vínculos:  condiciones estructurales que sirven de base para la formación de la personalidad. Relaciones vinculares, apego. Sistema de creencias.

 

Redes: condiciones sociales y familiares que constituyen un apoyo para el sujeto. Sistemas de apoyo y referencia cercanos y disponibles.

 

Modelos: personas y situaciones que sirven de guía al sujeto para enfrentar sus problemas. Experiencias anteriores que sirven de referente frente a la resolución de problemas.

 

Metas: objetivos definidos, acciones encaminadas hacia un fin. Proyección a futuro.

 

Afectividad: auto reconocimiento de la vida emocional del sujeto, valoración de lo emocional, características personales en torno a la vida emocional. Tono emocional, humor, empatía.

 

Autoeficacia: acción competente, efectividad, responsabilizarse por los actos, manejo de estrés frente a la tarea.

 

Aprendizaje: aprovechar la experiencia vivida, aprender de los errores, evaluar el propio actuar y corregir la acción.

 

Generatividad: capacidad de crear respuestas alternativas frente a los problemas, construir respuestas, planificar la acción.

 

Con estas 12 dimensiones se logra construir un perfil de cada persona en torno a la construcción de sus respuestas resilientes (Saavedra & Castro, 2009).

 

A continuación, se presentan cuatro instrumentos elaborados por el equipo de resiliencia de la Universidad Católica del Maule. De ellos dos son de carácter cuantitativos y dos desde un enfoque cualitativo de evaluación.

 

Proceso de construcción de la Escala SV-RES, para sujetos entre 15 y 65 años. (Saavedra y Villalta, 2008).

La construcción de este instrumento estuvo basada en los modelos de Grotberg y Saavedra. La motivación principal de esta tarea fue el construir un instrumento que respondiera más a la realidad y lenguaje latino americano, tomando distancia de instrumentos creados en otras culturas más alejadas (USA, Europa).

 

Inicialmente, se procedió a la construcción y adaptación de ítems, llegando a redactar cerca de 200 reactivos.

 

Como una forma de validación de esta escala, se realizó una evaluación de jueces. En ella participaron profesionales con experiencia en el área de la resiliencia y que representaban disciplinas como la Psicología, el Trabajo Social, la Pedagogía y la Enfermería.

 

Luego de ello, se realizó una aplicación piloto, con una versión de la escala de 120 ítems, producto de la limpieza realizada con los jueces.

 

En la aplicación piloto se eliminaron aquellos reactivos que tenían menor peso estadístico, llegando a una versión final de 60 ítems.

 

Se llevó a cabo una aplicación definitiva de la escala en 440 sujetos, obteniendo una confiabilidad de 0,96 (alfa cronbach) y una validez de 0,76 (r de Pearson)

 

Características de la escala SV-RES.

 

El rango de edad para la aplicación de esta escala es de 15 a 65 años, si bien se ha aplicado a sujetos de hasta 85 años, con apoyo de un ayudante, ya que la prueba requiere saber leer.

 

El formato resulta simple y ocupa tres hojas (carillas) fáciles de copiar. Es un instrumento auto administrado, en modo individual o colectivo. Se sugiere no sobre pasar las 20 personas en cada aplicación. De superar ese número es deseable estar acompañado por ayudantes que estarán atentos a las eventuales consultas de los sujetos.

 

El tiempo total de la administración suele ocupar entre 10 a 20 minutos.

Como se señaló anteriormente, la escala consta de 60 ítems con 5 alternativas de respuesta cada uno (escala Likert).

 

La información que arroja la escala permite obtener un puntaje global de resiliencia y puntajes por cada una de las 12 dimensiones, pudiendo además hacer un análisis cualitativo de cada ítem (Saavedra & Villalta, 2008).

 

A continuación, se presenta un fragmento de la hoja de respuesta de los primeros 10 ítems.


 

Figura 3

Hoja de respuesta escala SV-RES

 

ESCALA DE RESILIENCIA     SV – RES.

Saavedra, E. – Villalta, M. (2008)

 

SEXO:   MUJER______ HOMBRE______     OTRO_______       EDAD: ______

 

Evalúe el grado en que estas afirmaciones lo(a) describen. Marque con una “X” su respuesta. Conteste todas las afirmaciones.  No hay respuestas buenas ni malas.

 

 

Muy de

De

Ni acuerdo

En

Muy en

YO SOY -YO ESTOY... 

acuerdo

acuerdo

Ni desacuerdo

desacuerdo

desacuerdo

1. Una persona con esperanza

 

 

 

 

 

2. Una persona con buena autoestima

 

 

 

 

 

3. Optimista respecto del futuro

 

 

 

 

 

4. Seguro de mis creencias o principios

 

 

 

 

 

5. Creciendo  como persona.

 

 

 

 

 

6. Rodeado de personas que en general me ayudan en situaciones difíciles

 

 

 

 

 

7. En contacto con personas que me aprecian

 

 

 

 

 

8. Seguro de mí mismo

 

 

 

 

 

9. Seguro de mis proyectos y metas

 

 

 

 

 

10. Seguro en el ambiente en que vivo

 

 

 

 

 

Nota. Tomada de Saavedra y Villalta (2008)


Algunos de los hallazgos interesantes aplicando esta escala son:

 

-          No hay diferencias significativas entre los niveles de resiliencia entre hombres y mujeres.

-          No hay diferencias por tramos de edad.

-          Hay diferencia en los niveles de resiliencia entre población urbana y población rural, a favor de estas últimas.

-          Hay diferencias significativas en los niveles de resiliencia entre adultos que no tienen redes y los adultos integrados a redes (grupos o asociaciones).

 

Proceso de construcción de la escala ERE para niños y niñas entre 9 y 14 años. (Saavedra & Castro, 2009).

 

La escala de resiliencia escolar está basada en la lógica de la Escala SV-RES (Saavedra & Villalta, 2008).

 

El proceso inició con la construcción y adaptación de ítems, los cuales fueron presentados a un grupo de jueces, profesionales que trabajaban en el área de la Resiliencia, quienes analizaron la pertinencia de los reactivos.

 

Posteriormente se realizó una aplicación de la escala de forma piloto, a un grupo de 40 niñas y niños entre 9 y 14 años.

 

La tarea anterior permitió eliminar estadísticamente, aquellos ítems que correlacionaban de forma más débil, respecto del puntaje total obtenido en la prueba.

 

La versión final de la escala quedó compuesta por 27 ítems, ya que nos interesaba tener un instrumento más breve dada la menor resistencia a la fatiga, que podían presentar estos sujetos.

 

Finalmente se realizó una aplicación a 300 niños entre 9 y 14, calculando la confiabilidad (fiabilidad) de 0,88 utilizando el coeficiente Alfa de Cronbach y obteniendo una validez concurrente de 0,78 usando el coeficiente r de Pearson.

 

Características de la escala ERE

 

El rango de edad para la aplicación de esta Escala es de 9 a 14 años. Requiere saber leer.

 

Su formato es en dos páginas (formato papel), lo que resulta muy adecuado en cuanto a cotos involucrados en la aplicación.

 

Es una escala auto administrada, que puede ser realizada en formato individual o aplicada grupalmente. En este último caso se recomienda tener un ayudante cuando el grupo supere los 15 sujetos.

 

El tiempo promedio de administración es de 15 a 20 minutos.

 

El instrumento, como se señaló anteriormente, consta de 27 ítems con 5 alternativas cada uno.

 

Existe un manual explicativo en donde se señalan las formas de asignar puntajes, la manera de tabular y la conversión a puntajes estándar (Saavedra & Castro, 2009).

 

A continuación, se presentan los 9 primeros ítems de la escala ERE.

 


 

Figura 4

Hoja de respuesta escala ERE

 

ESCALA DE RESILIENCIA PARA NIÑOS ENTRE 9 Y 14 AÑOS.

(Saavedra y Castro, 2009)

 

MUJER_____      HOMBRE______  OTRO______         EDAD: ______

 

Evalúa el grado en que estas frases te describen. Marca con una “X” tu respuesta. Contesta todas las frases.  No hay respuestas buenas ni malas.

 

 

Muy de

De

Ni acuerdo

En

Muy en

 

acuerdo

acuerdo

Ni desacuerdo

desacuerdo

desacuerdo

1.- Yo soy una persona que se quiere a si misma.

 

 

 

 

 

2.- Yo soy optimista respecto del futuro.

 

 

 

 

 

3.- Yo estoy seguro de mí mismo.

 

 

 

 

 

 

4.- Yo me siento seguro en el ambiente en que vivo.

 

 

 

 

 

5.- Yo soy un modelo positivo para otros.

 

 

 

 

 

6.- Yo estoy satisfecho con mis amistades.

 

 

 

 

 

7.- Yo soy una persona con metas en la vida.

 

 

 

 

 

8.- Yo soy independiente.

 

 

 

 

 

 

9.- Yo soy responsable.

 

 

 

 

 

 

Nota. Tomado de Saavedra y Castro (2009)

 


 

 

Algunos hallazgos aplicando esta escala son:

 

-          No hay diferencia en niños y niñas de diferentes niveles socioeconómicos.

-          No hay diferencia por sexo.

-          Hay diferencia significativa por lugar de residencia entre urbanos y rurales, a favor de estos últimos.

-          No hay diferencia significativa al comparar niños y niñas provenientes de diferentes tipos (estructuras) de familia.

 

Evaluación de resiliencia familiar, RES-F (Castro et al, 2018).

 

Con la finalidad de evaluar resiliencia familiar y frente a la ausencia de instrumentos nacionales en esta área, nos propusimos la tarea de crear un material evaluativo, que diera cuenta tanto de los niveles de resiliencia individual de cada miembro de la familia, como también de un indicador de resiliencia del grupo y sus interacciones.

 

La metodología para evaluar resiliencia familiar (RES-F), fue creada basándose en los marcos teóricos de Edith Grotberg y Eugenio Saavedra (Saavedra y Castro, 2009), siendo sometido al criterio de jueces expertos, quienes validaron el instrumento desde su conocimiento teórico y práctico.

 

La metodología RES-F, consiste en un set de historias de diferentes temáticas, tales como embarazo adolescente, alcoholismo, drogadicción, accidentes, cesantía, enfermedades crónicas, entre otras, complementada con una pauta de observación.

 

La metodología fue sometida a validación de jueces, recogiendo la opinión experta de profesionales Sicólogos, Trabajadores Sociales y Educadores.

 

La metodología fue probada con 40 familias de la VII región de Chile, que corresponde a la zona central de Chile (Castro et al, 2018).

 

Características de la Metodología RES-F.

 

La metodología para evaluar resiliencia familiar consta de 6 historias, en donde se presentan situaciones problemáticas y cargadas de tensión y se le pide a la familia que llegue a una respuesta, pudiendo ser resiliente, medianamente resiliente o no resiliente.

 

Adicionalmente existe una pauta de observación en torno a 3 procesos familiares (poder, autoestima, comunicación). Esta pauta es llenada por el evaluador externo.

 

La administración total ocupa un tiempo variable condicionado por el tipo de discusión que se de en la familia, pudiendo demorar entre 30 a 90 minutos.

 

La interpretación de las respuestas a la metodología RES-F, es fundamentalmente cualitativa, tratando de visualizar los elementos protectores y de riesgo que aparecen en el diálogo, como también identificar las conductas resilientes eventualmente construidas por los sujetos. Para ello se cuenta con una “rúbrica” que propone los elementos que debería tener una respuesta resiliente (Castro et al, 2018).

A continuación, se presenta un ejemplo de un caso para analizar por la familia.


 

Figura 5

Caso 1 RES-F

Caso 1.
A Sonia, el examen de embarazo le había salido positivo. Tenía 16 años y estaba en secundaria en el colegio. El papá de su hijo era un amigo con quien mantenía contacto sólo a veces y quien luego de enterarse, decide irse. Sonia le cuenta a su familia y ellos le señalan que debería dejar de estudiar para comenzar a trabajar y hacerse cargo de su hijo.
¿Qué podría hacer Sonia?

 


Uno de los hallazgos más interesantes al aplicar esta metodología, resulta ser que las familias rurales presentan más herramientas resilientes que las urbanas.

 

Otro hallazgo interesante es que familias rurales más numerosas, presentaban más herramientas resilientes.

 

Manual de evaluación de resiliencia en la infancia (ERIN) 2020. (Saavedra et al, 2020)

 

Con el fin de generar el material gráfico para la evaluación de resiliencia en niños y niñas de entre 5 y 8 años, seguimos el siguiente procedimiento: 

 

1.         Análisis teórico conceptual en torno a la resiliencia, la etapa del desarrollo de estos niños(as) y la familia.

2.         Análisis de los métodos para evaluar resiliencia, existentes en la literatura.

3.         Opción por abordar la evaluación, a través de un método gráfico (dibujos) en lugar de algún texto.

4.         Elaboración de 18 láminas con dibujos que representaran alguna situación de conflicto o problemática cotidiana y cercana a la vida de los niños(as).

5.         Revisión por parte del equipo investigador de las 18 láminas, con el fin de mejorarlas y eventualmente corregirlas. El equipo estaba compuesto por tres psicólogos y una trabajadora social.

6.         Una vez revisadas y mejoradas las 18 láminas, se aplican y conversan con 10 apoderados de niños y niñas preescolares. Lo que se buscaba era la comprensión del dibujo.

7.         Las 18 láminas son aplicadas con el mismo fin, a 10 niños y niñas, buscando la comprensión de la escena dibujada.

8.         Las 18 láminas son aplicadas a 10 educadoras, con la misma finalidad.

9.         Para las etapas 6,7 y 8, se utilizó una pauta donde se registraron las respuestas de cada sujeto.

10.     Selección de las láminas que cumplieran con el requisito de un 80% de coincidencia en las respuestas, tanto en los niños y niñas, los apoderados y las profesionales. El set definitivo de láminas quedó compuesto por 10 dibujos.

11.     Elaboración de Rúbricas para cada una de las láminas seleccionadas, orientando a clasificar las respuestas de los niños y niñas, en resilientes, medianamente resilientes y no resilientes.

12.     A cada niño y niña se le preguntará “¿qué está pasando en el dibujo?”, “cómo se puede resolver o mejorar esa situación?”, ¿qué crees que va a pasar después?”.

13.     Luego de registrar las respuestas, se contrastan con los criterios de las rúbricas, contenidas en el manual y se realiza un análisis eminentemente cualitativo del contenido de su respuesta (Saavedra et al, 2020).


 

Figura 6

Lámina de ejemplo ERIN

Nota. Tomado de Saavedra et al., (2020).


Algunas preguntas estímulos que podemos dirigir a las niñas y niños son:

 

¿Qué está pasando en el dibujo?, ¿quiénes son los personajes? ¿cómo se puede resolver o mejorar esa situación?, ¿qué crees que va a pasar después?”.

 

Palabras finales.

 

Por décadas, la producción de investigaciones y estudios en Ciencias Sociales y Educación ha dependido en gran medida de instrumentos de medición provenientes de países europeos o bien de Estados Unidos. Lo anterior significa ocupar pruebas y escalas, que muchas veces responden a otras culturas y lenguajes, que eventualmente no se adapten correctamente a nuestra realidad Latinoamericana (Saavedra, 2012).

 

Del mismo modo, los intereses investigativos en resiliencia, de USA y de Europa, son muy diferentes a los problemas investigados en nuestros países. De esta forma mientras los europeos y estadounidenses investigaban preferentemente variables individuales y características de personalidad, en Latinoamérica se investiga la resiliencia asociada a variables sociales como la pobreza, violencia y las desigualdades (Saavedra, 2012).

 

El poder contar con instrumentos elaborados y validados en nuestros territorios, creemos que nos acerca de una manera más certera a las realidades de las personas con que trabajamos. Otro objetivo interesante es valorar la creación y producción científica, realizada en nuestras instituciones, rompiendo de algún modo con la dependencia académica, respecto del hemisferio norte, existente hasta nuestros días.

 

Otro aporte interesante de estos instrumentos es proveer de herramientas tanto cuantitativas como cualitativas, para el abordaje de la resiliencia. El rango de edad cubierto por estos instrumentos y metodologías abarca desde los 5 años hasta la adultez mayor, con lo cual resultan ser instrumentos muy útiles y que abarcan prácticamente a toda la población. Es bueno señalar que las dos escalas iniciales cuentan con manuales para tabular e interpretar los resultados, en tanto las metodologías cualitativas (RES-F y ERIN) cuentan con manuales y rúbricas para contrastar las respuestas.

 

Finalmente debemos señalar que estos instrumentos están siendo utilizados con éxito, en una docena de países latinoamericanos, en alguno de los cuales han sido validados y adaptado a sus propias realidades.

 

 

 


Referencias

 


Castro, A., Rojas, C. & Saavedra, E. (2018) Familia y Niñez: nuevas tensiones, nuevas respuestas. Editorial Nueva mirada. La Serena, Chile.

Kotliarenco, M., Cáceres, I. & Fontecilla, M. (1997) Estado del arte en resiliencia. Organización Panamericana de la Salud, OPS.

Manciaux, M. (2003) La resiliencia: resistir y rehacerse. Editorial Gedisa, España. ISBN: 84-7432-969-8.

Maturana, H. (2012) La Objetividad. Editorial Gránica, España.

Saavedra, E. & Alvarez, J. (2014) Estudio comparativo en torno a la resiliencia en niños y jóvenes chilenos y españoles, en Bienestar y familia: una mirada desde la Psicología Positiva (González Arratia, I. 2014).  Edit. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca.

Saavedra, E. & Castro, A. (2009) Escala de Resiliencia Escolar, para niños entre 9 y 14 años. Ediciones CEANIM, Chile.

Saavedra, E. & Castro, A. (2018) Sexismo, resiliencia y violencia en parejas jóvenes situadas en un contexto escolar. En, Resiliencia: Experiencias investigativas y prospectivas (Zambrano, R. Y col.) Editorial 3 Ciencias, Ecuador.

Saavedra, E. & Villalta, M. (2008) Escala de Resiliencia SV-RES, para jóvenes y adultos. Ediciones CEANIM, Chile.

Saavedra, E. (2011) La Resiliencia desde una mirada post racionalista: dos historias de vida. Editorial Académica Española. Alemania.

Saavedra, E. (2012) Una aproximación al estado del arte de la investigación en Resiliencia. En, Investigación orientada al cambio en Psicología Educacional (Catalán, J., 2012) Editorial Universidad de la Serena, Chile.

Saavedra, E., Castro, A., Donoso, C. & Rojas, C. (2020) Manual de evaluación de resiliencia en la infancia (ERIN). Ediciones Nueva Mirada, Talca, Chile.

Saavedra, E., Salas, G., Cornejo, C. & Morales, P. (2015), Resiliencia y Calidad de Vida: la Psicología Educacional en diálogo con otras disciplinas. Departamento de Psicología, Universidad Católica del Maule. Talca, Chile

Saavedra-Guajardo, E. & Castro-Rios, A. (2019) Resiliencia: una mirada sobre los recursos personales y del entorno frente al consumo de drogas. En, Drogas, sujeto, sociedad y cultura, (Rojas-Jara, C.) Ediciones Nueva Mirada, Talca.

Serrano, J. & Pons, R. (2011) El constructivismo hoy: enfoques constructivistas en educación. Revista electrónica de investigación educativa. Vol. 13 n° 1.